En el 2017 me invitaron a una carrera de 5K organizada en mi universidad. Yo nunca en mi vida había corrido 5K; sin embargo, me aventuré a realizarla. A partir de ese momento empecé a insertarme en el mundo del running. Me vinculé tanto que pude lograr correr distancias desde 10K hasta 21K (mi máximo récord).
Durante mi primera carrera de 5K me di cuenta que era muy importante el rendimiento físico para poder lograr concretar la carrera; sin embargo, otro factor a considerar era la mentalidad para poder seguir avanzando hasta llegar a la meta. Este último factor fue muy determinante para mí ya que me di cuenta que la mentalidad para seguir adelante en una carrera es importantísima, y además es muy aplicable para cualquier situación en la vida. En efecto, la mente comanda a cada parte del cuerpo para poder realizar actividades diarias tanto en condiciones normales o incluso en situaciones de alta dificultad.
Por ende, el running puede adoptarse no solo como un deporte sino también como una filosofía de vida con la cual empiezas en la línea de partida y tienes que llegar al final de la meta. En sí cumplir un objetivo: llegar a la meta.
Todos tenemos objetivos en la vida, y tanto en el running como en la vida misma, una buena mentalidad enfocada a cumplir nuestros objetivos y sueños nos darán una gran satisfacción al lograrlos.
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